El invierno no es precisamente el mejor amigo de los espacios abiertos como terrazas, patios o balcones. Las bajas temperaturas y la meteorología no contribuyen al buen mantenimiento de estos lugares. Analizamos algunos de los problemas más habituales que tienen las terrazas en invierno.
Las principales desventajas meteorológicas que experimentqs nuestras terrazas a lo largo del invierno son las siguientes:
- El frío, unido muchas veces a la lluvia, que aterrizan con la llegada del invierno. Las bajas temperaturas con grandes cantidades de agua —que incluso en ocasiones se estanca porque no da abasto a expulsarse por tuberías y canalones— son el comienzo incipiente de problemas mayores que podrán venir después si no se cuidan las terrazas convenientemente. La lluvia es la más temida, por ser también la más habitual y ligada en el pensamiento general a lo que trae consigo, preocupantes humedades e inquietantes goteras.
- La nieve. En apariencia inocente y hace tanta ilusión a los más pequeños, pero realmente es un verdadero problema si viene en grandes cantidades porque ya no solo el deshielo es lo que acarrea graves consecuencias, sino que implica posibles problemas de congelación. Tanto la lluvia como la nieve, el estancamiento del líquido perjudica gravemente el pavimento más superficial como las capas interiores a las que consigue acceder.
- El viento también en otro enemigo acelerador de cualquiera de los anteriores inconvenientes. La lluvia o nieve con viento pueden favorecer la intrusión de estos elementos en el edificio favoreciendo que encuentren el modo de penetrar en el interior de suelos y paredes de la terraza.
La peor de las situaciones es cuando todos los casos anteriores se producen a la vez o en un mismo día. Existen ciudades que pueden llegar a experimentar todos estos fenómenos meteorológicos en una misma jornada. Y si por separado son perjudiciales para las construcciones, imagina si se producen a la vez.
Las inclemencias del invierno sobre las terrazas
Las consecuencias que dejan tras de sí el frío, la lluvia, la nieve y/o el viento en los edificios, desde la menos perjudicial a la que más, son: grietas, humedades, goteras, filtraciones, desprendimientos y problemas en la estructura del edificio.
Las grietas son en apariencia el primero de los problemas porque en principio son simplemente pequeñas aberturas que aparecen en suelos y paredes y se sobreentienden como fáciles de solventar. Cuando aparecen, lo mejor es hacer un estudio de su tamaño, sus causas (puede suceder que no tengan que ver con la meteorología), estudiar las soluciones y ejecutar una de ellas.
En el caso de las humedades, aunque el proceso de análisis y estudio sea el mismo, corre más prisa la ejecución de su solución ya que traen consigo consecuencias en la salud de las personas que convivan con ellas como problemas respiratorios. Del mismo modo, las goteras y filtraciones deben solucionarse a la mayor brevedad posible, pero en su caso la gravedad viene dada por los problemas en cadena que suponen para el edificio. Esto nos hace dar un paso hacia la siguiente consecuencia: desprendimientos.
Los desprendimientos ponen en serio peligro a las personas, tanto a los propietarios e inquilinos como a los peatones que pasen cerca de la terraza. Esta problemática jamás debería llegar tan lejos.
Por último, el mal mayor de una terraza, porque significa daños en el edificio, es que la estructura se haya visto dañada. Resultado de esta situación es que nadie puede vivir en el domicilio y mucho menos salir a la terraza hasta que no se haya resuelto el problema.
Soluciones al frio del invierno en las terrazas
Para evitar todos estos problemas y sus graves consecuencias en las instalaciones y problemas estructurales en el edificio y/o vivienda, la mejor solución es prevenir realizando una buena impermeabilización a tiempo. Es decir, esta tarea debe formar parte del proceso previo de preparación de la terraza, patio o balcón, pero por suerte hoy en día existen labores de impermeabilización que también pueden realizarse durante la estación de invierno y con todas sus desavenencias presentes.
La impermeabilización es una inversión en calidad y seguridad a largo plazo. Si esta, además, está bien realizada por profesionales expertos avalados, puede extender su duración durante 10 años (o más). Del mismo modo que si se apuesta por una solución de calidad, esta no conllevará grandes obras de instalación y será fácilmente transitable.
En TRONER S.L. somos especialistas en soluciones de impermeabilización en Madrid de esta tipología de espacios. Deja tu terraza, balcón o patio en las mejores manos gracias a nuestra membrana, un impermeabilizante compuesto por la unión de materiales naturales como la resina y la fibra de vidrio. Nosotros ofrecemos un sistema sencillo, pero de calidad, con ergonomía ante el espacio, adherencia, fabricación “in situ” desprovista de empalmes y juntas, no precisa de mantenimiento y, sobre todo, es personalizada con 10 años de garantía.
